miércoles, 11 de marzo de 2009

El pensamiento unico en los referentes.

Poco hay mas lamentable que tener como referentes aquellos que se "supone un cinéfilo deberia tener". Las pelis preferidas de variados cinéfilos rara vez son las que coronan los libros tipo 2001 o Ciudadano Kane, no se muy bien porqué, pero entre las prefes abundan pelis que no son históricas o joyas olvidadas que uno no espera. No digo que las arriba citadas no sean buenas, o que no puedan ser las preferidas de verdad, pero suele ser sospechoso.

El que sabe que sus pelis favoritas son Los bingueros y La ciudad no es para mí sabe mucho más de cine que muchos eruditos que en el fondo no saben si tanto les gusta La naranja mecánica porque realmente les flipa o porque se supone que debería fliparles. Puede que no encaje en según que tertúlias un fan de Ozores pero por lo menos tienen claro lo que les gusta y si hacen cine sabrán cuales son sus referentes no por dictament sino por pura devoción y eso es mucho si no lo es todo.

Una película que circulaba en los 90 en video durante el boom del manga reúnia todo lo que un adolescente inquieto podia buscar: sexo, violencia y morbo gratuitos en generoso exceso que hicieron las delicias de una generacion ávida de katanas e imágenes perturbadoras, festival de espadas y chorros imposibles de sangre pero además con un guión inteligente. Parece que el paso del tiempo beneficia a esta obra que goza además de una trama bien urdida cuyos giros enganchan y mantienen la tensión tanto como las modélicas secuencias de acción: más allá del puro espectáculo gore el timing de cada lucha es único y sorprendente en algunos casos por una rapidez que rompe el tópico de las luchas largas exceptuando el final laaaaaaargo y desmedido aunque no exempto de ritmo. Si me hablan de cine de acción, ese género que a los entendidos no debería gustar, el título que invito a ver a aquellos que no se marean con la sangre es:


(Hay una serie pero creo que tiene poco que ver).

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